¿Sabes? Cuando era pequeño, siempre que había fiestas en el pueblo, y venían puestos como ese, mis padres me compraban un juguete, solía ser un digimon. Yo miraba los puestos todos los días e intentaba elegir el más bonito para que me lo comprasen el último día. Desde entonces, aunque ya haya pasado mucho de eso, no puedo evitar girar las cabeza mientras ando al lado de uno de estos puestos, mirando los juguetes e intentando elegir el más bonito, aunque luego no lo compre, pero tengo que hacerlo, elegir el más bonito.
3 comentarios:
A veces lo más bonito no es lo mejor .. Un besito :)
Yo hago lo mismo!
Un Beso :)
las buenas costumbres no se olvidan no?
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