martes, 19 de abril de 2011

Un anciano da de comer a las palomas mientras un adolescente indeciso se monta en un autobús. La susodicha paloma vuela buscando un árbol de su gusto mientras el adolescente se aproxima a su destino. Poco después, con la paloma ya asentada en un frondoso y enorme árbol, el adolescente se sienta junto a otro chico en un banco de la plaza central. Ambos guardan silencio y el tan nombrado adolescente decide apoyar su cabeza en el hombro de su compañero, sin pensar que esto podría ocasionar un bigbang en éste. Y debido al destino, a la casualidad, al karma, al azar, o a ese abuelito que le dio de comer a la aventurera paloma, ésta, que tiene el estómago lleno, decide aclarar las dudas del adolescente y apagar el bigbang del acompañante con un precioso regalito.

Algunas horas después un rey y un príncipito, que a riesgo de parecer pobres, y siendo ricos en abrazos, deciden dormir en la playa, a pesar del frío, de la oscuridad, y de la poca arena disponible. Se acomodan, hablan, beben, ponen caras de asco, vuelven a beber, siguen hablando y todo eso que siempre ocurre cuando se juntan a dos amigos. Y a pesar de tener una gran corona cada uno, la madre naturaleza, burlona y sabia, toma la decisión de gastarles una broma que les lleve de vuelta a un sitio donde sus letras sean más certeras. El rey grita, el príncipe nota algo en las piernas. Agua, mucha agua. Empapados se levantan aún blancos por el susto, pero sería imposible saber el tiempo que tardaron en empezar en reirse, pues no hay nadie que cuente tan rápido. Y es que estaban mojados, helados, lejos de casa y con los zapatos llenos de arena. Y todos sabemos lo que ocurre cuando la arena entra en un zapato. Que nunca vuelve a salir.

4 comentarios:

Sweetdie dijo...

extrañas historias que para variar, no termino de convencer, pero puestos a elejir me quedo con la segunda.lo del regalito de la paloma no me haría ninguuuuna gracia:)

Unknown dijo...

Bonitas historias, aunque me gusta más la segunda.
Un Beso :)

Anónimo dijo...

Yo si que consigo echar las arenas de mis zapatos...!

TuNoNeGRo dijo...
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