jueves, 30 de septiembre de 2010

Siento curiosidad... ¿qué caras pondrían aquellas personas que me cruzara si fuera sonriendo por la calle?






No sé. Voy a probar.

martes, 28 de septiembre de 2010




Hoy el agua brilla con fuerza,







intenta brillar como tú.

domingo, 26 de septiembre de 2010


Hace tiempo que dejé a un lado mis queridos zapatos marrones. Pero no los olvido, como no podría olvidar nada de lo que contiene. En su lugar he usado unos zapatos más viejos aun pero que, a pesar de ser blancos, aun se conservan limpios debido al poco uso que les he dado.


Sí, he cambiado el color marrón por el blanco.




"Cuando todo haya pasado. ¿Y cuándo será eso?"

viernes, 24 de septiembre de 2010

Hace un par de días, quizás tres, caminando de vuelta a casa y cogiendo, como siempre, un camigo diferente... vi la estación. Hacía tiempo que no la miraba con esos ojos. Hacía tiempo que la veía como un edificio más. Había olvidado esos recuerdos, esa racha interminable y confusa. Fui girando la cabeza a medida que iba avanzando, hasta que mi cuello no pudo continuar el giro. Seguí mirando al frente, pero con paso lento (ese día descubrí lo agradable que es andar despacio). Por el camino seguí pensando en esos recuerdos. Al parecer los sentimientos tienen colores.




A menudo me pregunto si algunas de las casualidades de mi vida ocurren con alguna razón. ¿A dónde quieren llevarme?


"No todo lo que reluce es oro"


- No te preocupes por las notas, al final del curso suelen haber sorpresas, y suelen ser buenas.


Una vieja amiga a la que aun quiero como antes me dijo eso recientemente. Yo pensé que esas mismas palabras podrían mirarse en el sentido de la vida. A veces aquellas cosas que tomamos como "malas" son las que hacen que nuestro destino sea más certero, adecuado, o simplemente más feliz. Mi destino está un poco más cerca, y la emoción ya se nota.
P.D: Gracias por comentar que os gustan mis fotos (me sorprende bastante, sinceramente). Si alguien quiere echar un ojo... suelo publicar bastantes fotos en tuenti bajo el pseudónimo de Topsy Krestts.

jueves, 23 de septiembre de 2010



Pa... ta... ta...












Vamos de paseo. Pi, pi, pi.

miércoles, 22 de septiembre de 2010




Sin buscarla he encontrado una explicación a algo que no comprendía. Como ya escribí hace unos meses... leí un libro cuyo final rompió mis esquemas. Un hombre rechaza al amor de su vida tan solo para dejarle "libre". Yo no entendía como era posible, él tenía la facilidad de hacerle feliz... Y vagando entre las palabras de un chico que fue escupido por un dios griego encontré una frase que ha iluminado mi mente como si del flash de Carolina II se tratase...



«Si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad. Si vuelve a ti, será tuyo para siempre. Si no regresa, no te pertenecía desde el principio.»



Bien, si estas palabras fueran ciertas0 (que lo son) el final hubiera sido idóneo si la chica no hubiera aceptado el rechazo, si hubiera luchado un poquito, o, si tal sólo, hubiera mostrado su desencanto o desacuerdo. Quizás si ella le hubiera intentado explicar él hubiera comprendido que le necesitaba para ser feliz.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Él tendrá que ser diferente al resto. Su cara tendrá que ser pálida y sencilla, bonita y sonriente. Su pelo tendrá que ser rubio y ondulado, sus ojos, de un color verde claro e intenso, y sus labios finos y rosados. Él tendrá que tener la risa más simple y encantadora de todas. Tendrá que saber defenderse, y luchar, pero sin perder la educación y la compostura. Tendrá que creer aquello que no pueda ver, porque sólo así podrá entenderme. Tendrá que gustarle viajar, pero tambien ser tranquilo y sereno. Tendrá que ser viril y delicado. Tendrá que abrazarme con fuerza cuando yo no vea la manera de mantenerme en pie. Tendrá que mirarme con esa mirada que ya conozco, que destroza la belleza de las estrellas. Tendrá que ser amable y entrañable. Tendrá que sentir alegría cada día, y contagiarme de ella. Tendrá que sentir pasión por las pequeñas cosas y contestar una larga lista cuando alguien le pregunte qué cosas le gustan. Tendrá que tener valor y fe. Tendrá que saber qué es importante y qué no, que no todas las costumbres son correctas y menos aun, necesarias. Tendrá que acompañarme a bucear porque realmente le importa que cumpla todos mis sueños. Tendrá que besarme la mejilla a menudo, y hacerme sonrojar con piropos simples pero siempre ciertos. Tendrá que pensar que soy "genial". Obviamente tendrá que quererme y decirlo sin tapujos. Y su alma... su alma tendrá que ser de color blanco. Y de camino, tendrá que aparecer con el sol de espaldas y hacerme sentir que es la segunda vez que nos cruzamos. En el mismo lugar, con las mismas ganas.

Tendrá que encontrarme en medio de este caos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Caminaba por los barrios más antiguos de la ciudad. A pesar de estar el cielo despejado las calles estaba grises y tristes. Los malhumorados ancianos me miraban mal, a ellos no les gustan los forasteros. Uno de ellos se atrevió a mostrar su descontento:

- ¿Qué andas buscando aquí?

- A alguien - contesté con voz tenue pero firme.

- ¿A quién? - insistió mientras se incorporaba en su silla de madera.

- Busco a Fran Costa.

- Aquí no vive. Lárgate.

- Lo sé. No busco su casa. Le busco a él.

- Vete - dijo mientras el gato negro que tenía sobre sus piernas vino a mí.

Cruzamos las miradas, parecía consciente de todo. Me agaché para acariciarle y me mostró su placer ronroneando.

- ¿Tú sabes dónde está él?

El gato negro contestó con un maullido.

- ¡No había pensado mirar ahí!

Me puse en pie sonriente y di un par de pasos antes de parar y mirar atrás.

- Gracias, pequeño, hacía tiempo que no eran amables conmigo.

Y empecé a correr, sonriendo y llorando como nunca. Estaba a punto de cumplir mi destino. Mover una estrella resultaba pan comido si lo comparaba con mi larga búsqueda. Y ahora, despues de mil historias, y cargando con kilos de arena en cada zapato... corro enloquecido mientras planeo cómo hacerle feliz el resto de su vida.

lunes, 13 de septiembre de 2010

No consigo escribir nada.
Quiero ser feliz.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Un día nuevo. Mis horarios y mi dormitorio están tan desordenados como mi vida. Me siento bien, más o menos. Han vuelto a preguntarme cómo estoy, lo agradezco, pero ya no sé qué contestar, se me acaban las respuestas ingeniosas. Me he dado cuenta de que he adquirido la bonita manía de mirar por la ventana cuando escribo, me relaja ver el cielo azul, típico pero precioso.

Mis despertares empeoran cada mañana. BOOM! BOOM! BOOM! Parece que mi corazón fuera a salir disparado abriendo un agujero en mi pecho. Oigo mis propios latidos, como en una película de terror. Me pregunto si alguien se dará cuenta de lo rápido y fuerte que late. A ratos duele.

Ahora late lento y suave, debe haberse quedado dormido.

Tengo planes para esta noche, comprar una botella cuyo contenido desconozco, mezclarla con algún refresco y digerirla. Haremos algunas fotos y mañana no recordaremos ni la mitad de la noche. Que cutre.

Un hombre ya mayor cuyos ojos jamás envejecieron ve como su vida se distorsiona convirtiéndose así en un sueño deforme y confuso. El cuerpo del hombre es frágil, y su alma, fácil de corromper. A veces miro sus ojos azules, como ya he dicho, siguen siendo jóvenes. Son preciosos. Debía de ser muy guapo. Su ilimitada paciencia y su actitud pacífica se convierten hoy en intolerancia agresiva. Una mala racha.

El tiempo vuela - Gritan sus ojos mostrando una mirada perdida.

Mientras, su boca te saluda como si nada, pero su cara muestra una sensación de asombro difícil de contener, como si aquello que viera fuera grandioso secreto. No sabía que este hombre me quisiera tanto. Una campana tintineante susurra lo que el guarda.

Te quiero, abuelo.

Nunca hemos mantenido una conversación larga, pero ahora muestra empeño. Serán las ganas de lograrlo antes de que nos separen. Aun así siempre me ha mirado de forma especial, y nunca me he dado cuenta. Hasta hace poco. Me mira y no retira la mirada. Y quien me mira no es él, sino el hombre joven que lleva dentro. Parece un espejo. Siento que puede ver dentro de mí cuando cruzamos las miradas. Una sensación intensa.

Estoy planteandome la idea de cerrar el blog. Aunque seguramente me decante por dejarlo abierto, en uso o desuso, pero abierto. En este blog hay tantos recuerdos y emociones como en mis adorados zapatos marrones.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Boom... boom... boom... BOOM!

Me despierto un poco agobiado. Esta no es mi cama. Miro el reloj digital que me despertaba cada día a las 7 de la mañana, a pesar de que empezaba las clases a las 9. Ojeo un poco alrededor, mi padre ha pasado la noche fuera, me acosté ahí para hacer compañía a mi madre, pero ya no estaba. Habrá ido a trabajar.

El corazón me late fuerte.

"Hay algo que me agobia, no quiero recordar el qué". Unos pocos minutos fueron suficientes para que los recuerdos esquivasen los obstáculos que les empedían penetrar mi cabeza. ¿Qué más da? Seguro que ya queda menos.

Intento recordar una frase de una canción que me había gustado bastante y logró hacerme sonreir. No hay manera, mi memoria encoge por segundos. "Tonterías" dice mi madre cuando le explico que tengo memoria de pez. Pronto olvidaré mi nombre.

- Me estoy volviendo loco. Seguirás queriéndome si me vuelvo loco?
- Claro! yo siempre te voy a querer.
- Cuando empiecen las clases me pondré a comer como un cerdo. Me querrás si engordo?
- No! no, no, no, y no. Si engordas dejaré de quererte.
- Sólo eres mi amiga por mi atractivo cuerpo... lo sabía!

Reímos un poquito. Se siente como una caricia sobre una herida reciente, como un soplo donde más pica. Ya no me resisto ante nada, dejo que mis pies anden sin mi permiso y me lleven al hoyo más oscuro y profundo. No voy a resistirme ante el cariño, la ilusión o el miedo. Nada es para siempre. Ya lloraré mañana lo que he reído hoy.

- Eres la chica más especial de mi vida.
- Y tú el chico más especial de mi vida.

Mis recuerdos se pisan unos a otros. Estoy en la estación de autobuses. No hay sol, estoy solo. Nunca he estado solo aquí. Qué recuerdo es este? Estoy descalzo.

El oleaje no te deja ver... que la orilla está al llegar.

Esa es la frase que me hizo sonreir. Además de esperanza, me trae recuerdos. He olvidado tantas historias... pero todas forman parte de mí.

Aparezco en la ducha. Nadie lo sabe... pero aquí el mundo se para. Creo que es culpa del agua. Me traslado a la playa. Este recuerdo sí es real, es invierno, hace frío, llevo ropa de abrigo, pero no llevo calzado. Claro... vine patinando. Me quedo mirando un rato el horizonte, el sol, la orilla, las parejas paseando. He dejado tanto atrás... no pensé que llegaría tan lejos. Ya el sol no me habla, solo susurra, no puedo oirle con claridad, y es mi culpa. Antes solía derramar alguna lágrima de alegría al visitar mi lugar. Ahora que estoy aquí de nuevo... siento como mis ojos se vuelven llorosos, pero de pena y nostalgia. Voy a seguir adelante. Algún día será muy tarde y todos pediremos deseos rogando el perdón, porque nadie actuó bien.

Intenta esquivar tu destino un ratito... si se rompe... mala suerte, amigo.

No comprendo el puzzle. No lo entiendo y siento miedo. He visto como se rompen los cuentos de hadas, el hombre posee la libertad de rechazar su destino, por maravilloso que pueda ser. Nunca pensé que fuera tan débil.

No todo lo que reluce es oro.
No todas las palabras importantes hablan de amor.

Temo convertirme en una de esas personas que se enmascaran con seriedad y ocultan sus sentimientos y su vida, como si de un gran secreto se tratara, tan sólo para no sentirse emocionalmente vinculado a nadie. Me siento pequeño, minúsculo. Esto me queda grande. Y nadie se digna a guiñarme un ojo. Sería tan fácil gritar acompañado...

Todo el universo para mí es pequeño.
No lo ves?
Si tú no estás... (8)

Las personas dedican canciones de amor a personas a las que no aman, sólo intentan crear momentos bonitos... Poca gente siente que el universo es pequeño. Poca gente siente lo que dice. "Te quiero, mi vida". ¿Mi vida? Palabras muy grandes.

También me frustra oír la calificación de determinados sentimientos. No todas las emociones tienen nombre.

Vuelvo a estar en la playa. Pero más cerca aun de la orilla. Hablo, no sé a quién. Me siento un tanto furioso, más bien decepcionado. Me siento solo, y le culpo.

"Yo me lo busqué"

Contesta sin voz ni cuerpo.

Quisiera saber quién eres, pero no me atrevo a preguntar. Siempre digo las palabras incorrectas cuando se trata de ti. Me pregunto por qué haces todo esto, me pregunto dónde te escondes, y cómo consigues que te escuche. Me pregunto si eres él o ella. Me pregunto a qué mundo perteneces. Me pregunto si más gente te conoce, o si soy el único afortunado. Me pregunto por qué me quieres, no he hecho nada por ti, y conoces bien mis defectos y debilidades. Me pregunto cada día cosas nuevas a los pies de esta orilla que se tambalea.

Ya ni mis textos conservan la cordura.

Sonrisas, abrazos, besos, "tequieros"... para mí. A quién veis cuando me miráis? Por qué no le veo yo también? Por qué siento que me alejo más y más de mí? Como si de una despedida sin beso se tratase. Me alejo sin mirar atrás mientras siento la mirada de mi yo pasado en la nuca. Es que nadie va a pararme?

Siento ansias de frío, para poder refujiarme y ocultarme en mi ropa de abrigo. Sólo la brisa fría en la cara me hace sentir vivo. Grita.

Como una larga pesadilla custodiada por una noche de fiebre y delirios.

Más adelantos de un futuro posiblemente próximo. Grita.
Terminaré el texto, lo publicaré a pesar de su desorden y locura, a sabiendas de que nadie lo leerá.

Luego ordenaré un poco esta pocilga. Quizás encuentre respuestar en algún rincón.


Voy a vestirme con la ropa que mejor tape lo que tengo dentro.
Me pondré mis amados zapatos marrones para cargar con mis recuerdos un día más.
Y luego... luego saldré a la calle sonriente, como solía hacer.
Voy a sonreir con la sonrisa más falsa que pueda lograr.
Espero que no duela. Pienso reirme de algún chiste cutre.

viernes, 3 de septiembre de 2010


Ante esta racha de indiferencia y apatía me he reencontrado con algunas musas que me recuerdan viejos tiempos. Un impulso minúsculo desencadenó en una tarde en patines con una antigua amiga. Aprovechamos el vieaje para hacer algunas fotos aunque la cámara se jodiese. Primero un pie, luego el otro. Es una putada patinar contra el viento, pero es genial sentirlo en la cara. Una magnífica puesta de sol por el camino, amo ese cielo anaranjado que me hace sentir pequeño y rodeado de algunos recuerdos especiales. Saco la cámara y tomo algunas fotos, nada del otro mundo, todas salieron mal, solo se salvaron dos, y aun así tuve que editarlas (post anterior). Un bote de nutela me hace sentir hambre de nuevo. Qué genial comer tanto.
Es genial escuchar música alegre.
Un par de ideas, algunos proyectos. Bueeeeeeeeeeeeeno, espero llevar a cabo algunos, todos saben que soy muy cambiante. Lo mejor de todo es que ya veo como se avecinan nubes grises. ¿Y qué? tengo fuerzas para aguantar firmemente el paraguas, y si se rompe pues sentire la lluvia en la cara. En cuanto al presente, hoy me espero un día relajado y simple.
Se trata de aprender sobre lo que hay dentro y fuera de uno mismo.
Supongo que esta sensación tan agradable va a durar relativamente poco, aun así voy a intentar disfrutar todo su jugo. Quedan pocos días para el inicio de las clases, mi último año en el instituto, y por lo tanto, en este pueblo... Sinceramente, no me veo viviendo fuera, como un "adulto", aunque para eso queda un año, y como suelen decir... en un año llueve mucho.
En estos meses la vida no se ha conformado con mostrarse fuerte y firme, sino que ha ido desvelando trocitos del pasado. Bien... cuantas más piezas hay, más difícil es montar el puzle. Como un niño que juega a ser detective. Prefiero esperar a que la vida misma termine de darme todas sus piezas, entonces el puzle se montará solo. Tampoco necesito conocer esa historia, es parte de mí, la conozca o no, mi vida será igual que siempre. Es tan sólo un poco de curiosidad, siempre ha sido mi debilidad, y las historias antiguas y con detalles como la de esta siempre han llamado mi atención.
Seguiré aprendiendo.

jueves, 2 de septiembre de 2010



Tú, que deciste que tu amor ya no servía... que decidiste maquillar tu identidad...
hoy te preparas para el golpe más fantástico.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Tumbarme en el césped a mirar las nubes. Dar un paseo por el estero para pensar. El fresco de la mañana nunca sienta mal. Notas musicales intentan convencerme para bailar. Vaya, llevan las de ganar. Cerrar los ojos y sentir algo que sabe bien. Nadie tiene la culpa, sentirse así es genial. Un mundo rodeado de penas y llanto, no colaboraré. Parto la parte que me toca, sonrío ahora que nadie mira, no quiero que pregunten por qué. Nadie entendería, porque ni yo sé. El entorno no es el apropiado, ¿y qué? Hace años escuché cuentos, hoy vamos a hacerlos realidad. Algunas palabras, un par de fotos. Vienen ideas, qué bonito es pensar, que a veces uno vive lo que logra imaginar. Musicalidad. Que rimen las estrofas de mi vida, que mi canción empieza a sonar. Un paso, y otro. Y otro y otro. Hoy no me canso de soñar. Quizás, mañana, ya no lo entienda, pero esto corre, hirviendo, por mis venas. Palabras, gestos, ¿qué mas dan? ya nadie los va a interpretar. Un loco suelto por ahí. Han doblado la esquina, si corres los alcanzas. Numerosos filósofos ansiosos de libertad, no saben que sus ataduras se rompen al cantar.