domingo, 8 de agosto de 2010

Me levanto y siento esa sensación de invierno que tengo normalmente antes de ir al instituto. Siento como si el cielo estuviera nublado... Doy un par de vueltas en la cama. Recuerdo uno de los sueños que tuve y hago una mueca, pero no le doy importancia.

Me quedo tumbado, unos minutos, mirando al techo. "Estoy deseando tumbarme en la cama y aburrirme mirando el techo, sin hacer nada". Dije esa frase durante semanas antes de terminar el curso.

¿Por dónde empiezo? El comienzo del día siempre se me hace pesado.
Me levanto, hago la cama, me pongo algo de ropa fresca y corro la cortina... está nublado, ya decía yo...

Me quedo mirando por la ventana, el cielo gris también me gusta.


Hagamos una lista con nuestros planes y luego rompámosla. Lo improvisado siempre es mucho mejor. Haz algo que no hubieras podido imaginar nada más despertar, entonces habrás vivido el día.
En poco tiempo llueve mucho.

Hablamos de sinceridad. Es difícil querer a alguien cuando le conoces por completo, sabiendo sus defectos... y su pasado. Las relaciones funcionan porque ambos usan máscaras bonitas, hasta que un día la máscara comienza a romperse poco a poco dejando ver la verdadera cara de cada uno.
Seamos sinceros. Acepto.
Es más que obvio que esto no es normal. Perfecto, nos gusta lo raro.

- ¿Soy un raro por escuchar música rara o soy un afortunado porque puedo sentir con ella cosas que los demás no pueden?

- Eres un loco afortunado.

Voy a enseñar todo lo que soy, voy a contar lo que nadie sabe. Es normal que sienta miedo. Confianza, y aceptación. La amistad consiste conocer a alguien y aun así quererle.
Abrázame si ves que mis ojos brillan un poco. Si ves que miro al suelo mientras te cuento.

- Quiero darte un abrazo cada vez que nos veamos para celebrar que nos conocimos.

Claro que quiero celebrarlo.

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