miércoles, 18 de agosto de 2010

Ahora que no puedo hablar de sentimientos osucuros creo que tampoco puedo hablar de ninguno. Las mismas palabras se repiten en mi cabeza, y qué? no sé la respuesta a tu pregunta. No sé cómo ayudar, y comienzo a dudar de todo.

Hay trozos de recuerdos rotos en el tiempo, y cuando un segundo pasa, esos trozos arañan el reloj. Tonto de mí que caigo siempre en el mismo agujero, y sí, seguiré cayendo muchas más veces.

Veo futuros y presentes alternativos. Todos me asustan, y ni siquiera sé cuál deseo. No haré feliz a nadie, el destino habló hace tiempo.

Hablábamos de máscaras, de mostrar lo que somos o fingir. Bien, tú que me has visto mi yo más real, tú, tú has puesto la máscara más adecuada delante de mi cara para que así sea más llevadero...

Si hubiera una manera de soltar la piel un segundo, de desnudarnos el alma y ver dentro, entonces sabrías que todo fue y es real. Que soy idiota, pero no malvado.


Noches de pesadillas incesantes intentan avisarme de algo que no logro ver. El miedo se acerca aunque aun no lo puedo sentir. Que un destello te habra los ojos. Que las estrellas cumplan los deseos más adecuados.

Algún día verás, algún día.

No hay comentarios: