Él te gustaba, tú le gustabas.
Te confesó sus ganas de cumplir
esa fantasía típica de besar a alguien
en una playa, de noche.
Tomaste nota, le llevaste allí.
Cumpliste su sueño y saciaste
sus ganas de sentirse vivo.
Gracias por soportarme alguna que otra vez.
1 comentario:
sin palabras
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